La Asociación Colombiana de Minería (ACM), rechazó y condenó los ataques terroristas contra el proyecto Mina de Buriticá, operada por Zijin Continental Gold, perpetrados por grupos ilegales financiados por la extracción ilícita de minerales. Según la ACM, el acto violento- iniciado el pasado viernes- representa una grave amenaza para la vida de miles de trabajadores y busca desestabilizar las operaciones legales en la región, favoreciendo la expansión de bandas criminales y terroristas.
“Es inaceptable que los grupos ilegales sigan actuando con total impunidad, poniendo en riesgo no solo la vida y la seguridad de los trabajadores, sino también la estabilidad económica de comunidades enteras que dependen de la minería legal”, afirmó Juan Camilo Nariño, presidente de la ACM. Con este atentado ya son tres los hechos que se han registrado en operaciones mineras en diferentes regiones del país, evidenciando un patrón de violencia sistemática.
El ataque en Buriticá incluyó explosiones dirigidas a la subestación eléctrica de la mina, obligando a detener operaciones y afectando sistemas críticos como ventilación, comunicaciones y drenaje, poniendo en riesgo la vida de cientos de personas. La compañía reportó un herido, graves daños a la infraestructura y una amenaza directa para 1.500 empleados, 2.500 contratistas y 12 empresas de formalización minera, lo que impacta a más de 7.000 personas en la región.
La ACM exigió al Gobierno Nacional medidas inmediatas y contundentes para garantizar la seguridad en la zona y proteger las operaciones legales y la vida de los colaboradores.