En Medellín se realizó el congreso ConMiEnergía, un evento que puso en el centro de la conversación al nuevo consumidor de energía. La iniciativa busca que los ciudadanos conozcan y aprovechen las múltiples alternativas que hoy existen para gestionar su consumo de manera eficiente, beneficiando tanto su bolsillo como la sostenibilidad del planeta.
“Hoy el consumidor tiene herramientas para optimizar su demanda de energía. Desde la domótica, la medición inteligente y los paneles solares, hasta nuevos modelos de negocio donde no solo ganan las empresas, sino también las personas”, explica Ana Cristina Rendón, gerente de FISE.
Ana Cristina Rendón, gerente de FISE.
Uno de los conceptos clave en esta transformación es el Flexumidor, el nuevo consumidor de energía que no solo la consume, sino que también la produce y almacena de manera flexible. Juan Molina, líder de Colombia Inteligente, lo define así: “Ya no somos simples consumidores pasivos. Somos Flexumidores. Somos flexibles en lo que consumimos, lo que producimos y lo que almacenamos. Las herramientas digitales nos permiten tomar mejores decisiones en tiempo real, sin esperar a que llegue la factura”, puntualiza
Juan Molina, líder de Colombia Inteligente.
La energía en manos de los ciudadanos
Gracias a los avances tecnológicos, los usuarios pueden instalar medidores avanzados que permiten monitorear su consumo en tiempo real desde dispositivos móviles o computadoras. También pueden vender su energía sobrante a empresas y comercializadoras, creando nuevas oportunidades de negocio.
Además, la energía solar autogenerada no entra a la red nacional, lo que representa un ahorro significativo en costos. Incluso existen opciones comerciales para que los excedentes generados por los paneles solares sean comprados por los operadores de red a precios competitivos.
Simón García, asesor del Ministerio de Minas y Energía.
Desde el Ministerio de Minas y Energía, se trabaja en la creación de herramientas que permitan a más personas producir su propia energía y acceder a modelos de financiamiento flexibles. Simón García, asesor de esta entidad, resalta la importancia de una regulación clara que facilite la instalación de paneles solares en hogares y el desarrollo de proyectos comunitarios como biodigestores y otras fuentes alternativas. “Uno de los mayores obstáculos para la producción de energía propia es el acceso al crédito. Por eso hemos estructurado líneas de financiamiento accesibles para comunidades y estamos impulsando la creación de empresas comunitarias de energía”, relató el funcionario.
En Colombia, según este Ministerio, existen 274 comunidades energéticas en funcionamiento y 300 más en proceso de conformación. La meta para este año es superar las 2.000 comunidades, promoviendo la democratización de la energía en diversas regiones del país. Ciudades como Medellín, Barranquilla, La Guajira y Timbiquí (Cauca) ya cuentan con proyectos de este tipo, permitiendo que las comunidades sean autosostenibles y reduzcan su dependencia de la red tradicional.
El futuro de la energía está en manos de los Flexumidores, quienes con tecnología y conocimiento pueden gestionar mejor su consumo, ahorrar dinero y contribuir a un planeta más sostenible.