Más de 700 vehículos inspeccionados y 5.000 personas sensibilizadas hacen parte de los resultados que, hasta la fecha, ha dejado la campaña “ComPasión por la Vida Silvestre”, una iniciativa que busca erradicar el tráfico ilegal y la comercialización de especies de flora y fauna en el departamento de Antioquia.
Esta campaña es liderada por el Comité Interinstitucional de Flora y Fauna Silvestre de Antioquia (CIFFA) y cuenta con el acompañamiento del Área Metropolitana del Valle de Aburrá. Su objetivo es fortalecer la protección de la biodiversidad ecosistémica de la región, especialmente durante temporadas críticas como la Semana Santa.

Impacto durante Semana Santa
Durante la Semana Santa 2024, se logró la recuperación de 32 individuos de fauna silvestre, además de 113 kilogramos de carne de animales silvestres y 11,7 metros cúbicos de madera de especies nativas. Esta época del año es especialmente crítica, ya que se presenta un aumento significativo en los índices de tráfico, uso y consumo de flora y fauna silvestres.
Uno de los casos más preocupantes está relacionado con el uso de especies de palma nativa en la celebración del Domingo de Ramos. A pesar de estar catalogadas en peligro de extinción, algunas de estas especies siguen siendo utilizadas, afectando directamente a animales como el loro orejiamarillo, cuya supervivencia depende exclusivamente de la palma de cera.
Vigilancia y acciones de control
Álvaro Andrés Zapata, líder de Vigilancia Ambiental del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, indicó que durante este Domingo de Ramos 2025 la entidad realizó operativos en templos, plazas de mercado y otros puntos estratégicos donde tradicionalmente se comercializan estas especies.“Hemos identificado que en el territorio ya no se utiliza la palma de cera, pero ahora está siendo reemplazada por hojas de palma de iraca, provenientes del suroeste y occidente de Antioquia”, señaló Zapata.
Sanciones y llamado a la corresponsabilidad
La legislación ambiental establece que la tenencia, extracción, movilización y comercialización de flora y fauna silvestre constituye un delito ambiental sancionado con penas de 5 a 11 años de prisión y multas de hasta 40.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes.
El llamado de las autoridades es claro: actuar con corresponsabilidad y compromiso frente a la protección del medio ambiente, y denunciar cualquier actividad ilegal relacionada con la flora y fauna silvestres.
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