
Antioquia no solo disfruta del sabor del Ron Viejo de Caldas, también se beneficia de los millonarios recursos que deja su venta en el departamento. La emblemática Industria Licorera de Caldas (ILC) ha consolidado una fuerte presencia en esta región, donde su producto estrella goza de una sólida acogida y un impacto económico notable.
De las 40 millones de botellas que vendió la ILC el año pasado, cerca del 20 % se comercializaron en Antioquia, una cifra que refleja la preferencia de los antioqueños por esta marca. Este año, gracias al trabajo de su distribuidor oficial, Commerk Antioquia, la meta es superar los 7,5 millones de unidades, impulsadas también por el reciente levantamiento de la salvaguarda que impedía la entrada del aguardiente Amarillo de Manzanares a la región.
“El año anterior vendimos 7 millones de unidades en Antioquia, y este año vamos por muchas más. Tenemos grandes expectativas con el nuevo gobernador, que ya había expresado su apertura frente a la libre competencia en el sector licorero”, explicó Diego Angelillis Quiceno, gerente de la Industria Licorera de Caldas.
Los beneficios no son solo para las finanzas de la ILC. Según datos oficiales, el año pasado la industria transfirió más de 122.000 millones de pesos al departamento por concepto del impuesto al consumo, dinero destinado directamente a la salud y la educación de los antioqueños.
Y es que el Ron Viejo de Caldas ya hace parte del día a día en Antioquia: 73 de cada 100 botellas de ron que se consumen en el departamento provienen de Caldas, consolidando una relación comercial y cultural que deja beneficios en ambas direcciones.
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