
En 2017, con motivo de la visita del Papa Francisco a Medellín, el Concejo de la ciudad decidió rendirle homenaje declarándolo Hijo Ilustre mediante el Acuerdo 078 de ese año.
La propuesta fue presentada por el concejal Carlos Alberto Zuluaga, quien argumentó que el Papa es una figura universal, reconocida y escuchada por personas de diversas religiones. Destacó además su humildad, su opción por la pobreza, y su mensaje de esperanza en tiempos de crisis. Zuluaga también subrayó el llamado constante del pontífice a la ética, al respeto por los demás y a la protección del medio ambiente, expresado en sus encíclicas.
El Acuerdo incluía cinco artículos, entre los que se estipulaba que el nombre del Papa Francisco sería asignado a algunas obras que ejecutaría la administración municipal, liderada en ese entonces por el alcalde Federico Gutiérrez, como recuerdo de su visita a la ciudad.
Sin embargo, el Vaticano no aceptó dicho reconocimiento. De acuerdo con su protocolo, el Papa no recibe distinciones de este tipo durante sus viajes pastorales, ya que no visita los países como jefe de Estado, sino como líder espiritual de la Iglesia Católica. Por esta razón, se pidió que la visita tuviera un carácter de sencillez y discreción, alejado de cualquier exaltación personal.
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