Influencers y desinformación médica afectan el consumo de leche en Colombia: alerta de Asoleche

Ministerio de Agricultura y Asoleche, estuvieron reunidos en Medellín analizando los retos del sector lácteo en Colombia.

El consumo de leche y sus derivados continúa en descenso en Colombia, encendiendo las alarmas del sector lácteo. La situación fue analizada durante el foro “Lácteos en la mesa de los colombianos”, organizado por el Ministerio de Agricultura y la Asociación Colombiana de Procesadores de Leche (Asoleche), donde se expuso un panorama preocupante que va más allá de lo económico.

Según Ana María Gómez, presidenta ejecutiva de Asoleche, la reducción del consumo viene registrándose desde hace tres años:“En 2023 la caída fue del 9%, y en 2024 alcanzó el 6%. Aunque en el primer trimestre de 2025 se observa una leve recuperación, aún no hay signos de estabilización en la demanda”, señaló.

Actualmente, el consumo per cápita de leche en Colombia ronda los 140 litros anuales, una cifra muy por debajo de los 170 litros recomendados por la FAO. La pérdida de hábitos saludables y la creciente circulación de mensajes erróneos estarían entre las principales causas de esta tendencia.

Una moda sin base científica

Asoleche encargó a la firma Compas Raddar un estudio para analizar los hábitos de consumo de leche y sus derivados. Uno de los hallazgos más relevantes fue que el factor principal detrás de la caída no es el precio, sino la influencia negativa de redes sociales y ciertos profesionales de la salud que, sin evidencia científica, desaconsejan el consumo de lácteos.

“Nos preocupa profundamente esta moda de evitar la leche sin razones médicas. Solo un porcentaje mínimo de la población es alérgica o intolerante a la lactosa, pero hoy vemos una corriente irresponsable de desinformación”, afirmó Gómez.

Leche: un superalimento subestimado

La presidenta del gremio lácteo subrayó el valor nutricional de la leche, destacando micronutrientes como el magnesio:“La gente toma cápsulas de magnesio para dormir, pero la leche contiene una alta proporción de este mineral. Lo más importante es que su biodisponibilidad —es decir, la capacidad del organismo para absorberlo— es superior cuando se ingiere en forma líquida”, añadió.

Efecto dominó en la cadena productiva

La disminución en la demanda también ha tenido un impacto económico significativo en toda la cadena láctea. Cuando las industrias procesadoras compran menos leche cruda, miles de productores se ven afectados. Según cifras del sector, el sistema lácteo genera cerca de 790.000 empleos directos, de los cuales 90.000 pertenecen a la industria procesadora. Sin embargo, la informalidad laboral continúa siendo un desafío, especialmente en el segmento ganadero, donde conviven grandes empresas tecnificadas con pequeños productores artesanales.

Una microempresa como Derivados Lácteos El Pino, ubicada en Don Matías, Antioquia, ha encontrado una oportunidad de negocio ante la disminución en el consumo: “Hemos tenido que innovar. Con el sobrante de leche desarrollamos productos congelados y almojábanas para alargar su vida útil”, explicó María Adelaida Arango, encargada de mercadeo y ventas.

Estrategia a largo plazo

Ante el panorama, Asoleche propone una estrategia de largo plazo para contrarrestar la desinformación, y fomentar el consumo de lácteos. Una de las acciones clave será trabajar con facultades de medicina para sensibilizar a los futuros profesionales de la salud y promover una educación nutricional basada en ciencia, no en modas.

Le puede interesar: Con o sin aranceles se exportarán aguacates a EEUU: Corpohass

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *