“Traer tecnología no basta. La transformación real se logra cuando toda la organización se alinea, y el centro de ese cambio son las personas”, aseguró Pablo Arboleda, vicepresidente de Analítica, Datos e Inteligencia Artificial de Bancolombia, y ceo de Wenia, durante el WOBI on AI & Business Transformation realizado en Medellín.
Desde su experiencia liderando procesos de adopción tecnológica en el banco y como CEO de WENIA, Arboleda expuso los desafíos de escalar la inteligencia artificial en grandes organizaciones. Según dijo, implementar un piloto no es lo mismo que transformar una empresa entera. Para lograrlo, se necesitan cinco capacidades: atraer y reentrenar talento, crear cultura del dato, desplegar tecnología de forma eficaz, disponer los datos como insumo estratégico y mantener una formación constante frente a la velocidad de cambio. El centro de las transformaciones son las personas, porque tienen el talento y el conocimiento para hacerlo, o porque son las personas a quienes hay que acompañar en ese proceso de transformación», enfatizó.
De datos aislados a ecosistemas de valor compartido
Bancolombia pasó de tener sus datos “encerrados” en áreas específicas, a liberarlos para generar valor transversal. Arboleda utilizó una metáfora para explicar: “Teníamos petróleo, pero les dábamos un pitillo a los equipos. Ahora queremos que todos puedan construir a partir de él”.
Este giro cultural y tecnológico ha impactado áreas como riesgos, fraudes, seguridad y atención al cliente. Para este experto en tecnología, la clave no está en extraer datos, sino en usarlos bien. “Lo principal es ir a la esencia de lo que hacen las entidades. «En el caso de Bancolombia, los equipos donde tuvimos mejores resultados fueron los de riesgos y los comerciales, pero, en general, las áreas centrales de la organización han obtenido resultados muy beneficiosos para los clientes”, aseguró.
En un momento donde la IA evoluciona exponencialmente, el mensaje es claro: el cambio organizacional no será impulsado únicamente por algoritmos, sino por el talento humano que sepa usar y escalar estas herramientas con propósito y visión. “Colombia tiene talento, lo que falta son espacios para se desarrolle”, concluyó Arboleda.
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