Con una participación que superó las 50.000 personas, Medellín vivió este fin de semana una de las movilizaciones ciudadanas más significativas del año. La jornada fue convocada para rechazar la violencia, pedir por la salud del senador Miguel Uribe- victima de un atentado-y reafirmar el compromiso colectivo con la democracia en Colombia.
De acuerdo con cifras oficiales del Distrito, la marcha transcurrió en total calma. No se reportaron disturbios ni confrontaciones, lo que para muchos participantes refleja una ciudadanía madura que sabe expresarse con firmeza y respeto.
Aunque el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, no estuvo presente en la ciudad durante la movilización, envió un mensaje simbólico desde San Andrés, donde participó en una carrera atlética. “Hoy corrí desde San Andrés por la vida de mi buen amigo Miguel, por la vida de nuestros soldados colombianos y por todos los padres que cuidan a sus familias y así construyen país”, dijo el mandatario en una declaración que rápidamente circuló en redes sociales.
La marcha, que también tuvo réplicas en otras ciudades, se interpretó como una muestra de respaldo a las instituciones y un llamado urgente a preservar el orden democrático en medio del debate político nacional. Empresarios, líderes sociales, jóvenes universitarios y trabajadores independientes caminaron juntos, unidos por un mensaje común: Colombia no puede permitir que la violencia vuelva a ser protagonista.
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