Romper la Regla Fiscal: ¿Por qué los colombianos pagarían la cuenta?

Germán Ávila, Ministro de Hacienda.

Colombia diseñó en 2011 la Regla Fiscal con el propósito de que el país no gaste más de lo que puede pagar. Su función es clara: garantizar sostenibilidad fiscal, limitar el endeudamiento y preservar la credibilidad ante inversionistas. Sin embargo, el reciente análisis de ANIF advierte que su incumplimiento tendría efectos directos en los bolsillos de los colombianos: más inflación, tasas de interés más altas y menos inversión social.

Según el comentario económico publicado por el centro de estudios, la Regla Fiscal actúa como un ancla de responsabilidad. Establece que la deuda neta del Gobierno Nacional Central no debe superar el 55% del PIB, con un límite máximo de 71%. Actualmente, según proyecciones del Marco Fiscal de Mediano Plazo, la deuda alcanzaría el 63,2% del PIB en 2029, acercándose peligrosamente al tope. Para ANIF, superar estos límites afectaría la percepción de riesgo país, encarecería los créditos y restaría recursos clave para enfrentar emergencias o financiar reformas estructurales.

El costo real de romper la regla

Cuando el Gobierno gasta por encima de sus ingresos, debe endeudarse. Aunque endeudarse no es malo en sí mismo, hacerlo sin control genera desconfianza. ANIF señala que incumplir la Regla Fiscal podría llevar a una pérdida del grado de inversión, elevar la prima de riesgo y provocar una depreciación del peso. Esto se traduce en mayores costos de financiación tanto para el Estado como para las familias y empresas. En la práctica: créditos más caros, menor inversión extranjera y una inflación más persistente.

El estudio también subraya que la Regla Fiscal no es solo una fórmula técnica: es un compromiso con la estabilidad macroeconómica. Actúa como una herramienta contracíclica, que permite ahorrar en tiempos de bonanza y gastar más cuando la economía se enfría, sin comprometer la sostenibilidad de la deuda. En ese sentido, su incumplimiento desajustaría el ciclo fiscal y pondría en riesgo la capacidad del Estado para responder ante futuras crisis.

Impacto directo sobre ciudadanos y empresarios

En el día a día, romper la Regla Fiscal significa para los colombianos un mayor costo de vida, especialmente por la presión inflacionaria que genera el aumento del gasto sin respaldo. También implica una menor disponibilidad de crédito o mayores tasas para financiar vivienda, emprendimientos o estudios. Para los empresarios, la incertidumbre fiscal se traduce en menos apetito de inversión, afectando el crecimiento económico y el empleo.

ANIF concluye que proteger la Regla Fiscal es proteger la confianza, la estabilidad y la capacidad del Estado de actuar con responsabilidad. En últimas, el desorden en las finanzas públicas no lo pagan solo los gobiernos: lo pagan los ciudadanos. Por eso, sugiere que el debate fiscal no se postergue, sino que se priorice con rigor técnico y responsabilidad política.

Le puede interesar: Suspender la regla fiscal elevaría el riesgo país y el costo del crédito, advierte la ANDI

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *