Uno de los principales desafíos que enfrentan los microempresarios en Colombia es acceder a créditos formales. Debido al riesgo percibido por la banca tradicional, estos emprendedores no logran obtener financiamiento fácilmente, lo que los lleva a recurrir al «gota a gota», un método que implica pagar intereses extremadamente altos.

De acuerdo con el Reporte de Inclusión Financiera, realizado por la Superintendencia Financiera de Colombia y el programa Banca de las Oportunidades, solo el 35.3% de los adultos accede a productos crediticios formales. Además, un estudio de Mipyme ANIF revela que menos de una tercera parte de las empresas busca financiamiento formal, principalmente porque perciben largos tiempos de espera, exceso de requisitos y altos costos asociados.
En este contexto, el «gota a gota» se ha vuelto rentable en entornos donde el acceso a créditos es limitado. Según las cifras, las tasas de interés de este sistema pueden alcanzar el 382% anual, afectando gravemente las finanzas de quienes acuden a él.
Una solución desde el Banco Distrital
Ante esta problemática, el Banco Distrital de Medellín, logró importantes resultados en 2024 con sus tres líneas de financiamiento, beneficiando a las comunidades más vulnerables y fortaleciendo el tejido social y económico. Durante el año, 12,885 personas accedieron a créditos, por un monto superior a los 34,618 millones de pesos.
El banco, que es un programa de la Alcaldía de Medellín, ofrece líneas de crédito especialmente diseñadas para la población de los estratos 1, 2, 3 y 4. Con tasas de interés competitivas del 0.91%, los recursos están destinados a fortalecer pequeñas unidades productivas y combatir el «paga diario». “El Banco Distrital busca generar oportunidades para que los microempresarios tengan capital de trabajo, puedan crear sus empresas y también combatir el ‘paga diario’, un fenómeno que afecta directamente a las familias”, afirmó María Fernanda Galeano, secretaria de Desarrollo Económico de Medellín.
Más que financiamiento: formación empresarial
Además de los créditos, los beneficiarios recibieron capacitaciones en temas clave como finanzas personales, ahorro y presupuesto. También accedieron a formación en gestión empresarial y modelo de negocio, con contenidos prácticos en áreas como costos, ventas, atención al cliente, mercadeo, innovación y emprendimiento.