En la Basílica Metropolitana de Medellín se celebró la tradicional Misa Crismal, con la que se dio inicio al preámbulo de la Semana Santa. Este acto litúrgico congregó a los sacerdotes de toda la Arquidiócesis, quienes, como es costumbre, renovaron sus promesas sacerdotales ante el arzobispo y la comunidad. También asistieron fieles provenientes de múltiples parroquias de la ciudad.
Durante su homilía, el arzobispo de Medellín, monseñor Ricardo Tobón Restrepo, dirigió un mensaje reflexivo a los presbíteros, invitándolos a centrar su ministerio en la Eucaristía como clave de interpretación de la vida sacerdotal.
“Nuestra vida, queridos sacerdotes, se transforma en tragedia cuando introducimos en nuestra conciencia y moral claves interpretativas diferentes de la clave eucarística. Cuando no nos entregamos plenamente y ponemos nuestro propio ‘yo’ como razón y centro de nuestra vida y de nuestros proyectos, la existencia se oscurece y se multiplican las fuerzas interiores y exteriores que nos esclavizan. Por eso, dejamos de estar en condiciones de dar vida”, expresó el arzobispo con firmeza.
En su mensaje a la comunidad, monseñor Tobón también resaltó el papel fundamental de los sacerdotes en la vida parroquial e invitó a los feligreses a caminar junto a ellos en una relación de respeto, amor y apoyo mutuo.
“Tengan un gran amor, una delicada comprensión y una generosa colaboración con sus sacerdotes. Para ustedes los llamó el Señor, son de ustedes. Ámenlos con verdadera caridad, vivan con ellos el misterio de esta unión con Cristo que libera, alegra y fecunda nuestra vida. Que se realice la comunión recíproca entre presbíteros y fieles, como decía san Agustín: ‘Estoy sostenido por quienes me sostienen’”, agregó.
La Arquidiócesis de Medellín cuenta con más de 300 templos en los que, durante esta Semana Santa, se vivirán actos litúrgicos, procesiones y espacios de reflexión espiritual
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