Los trabajadores del futuro deberán ser adaptables al entorno. Foto WEF.

El Informe sobre el Futuro de los Empleos 2025 del Foro Económico Mundial muestra como la disrupción laboral creará 170 millones de nuevos empleos y desplazará 92 millones para 2030, resultando en un aumento neto de 78 millones de puestos. Las tendencias tecnológicas, demográficas y económicas impulsan este cambio, exigiendo una transformación en las habilidades requeridas. La demanda de competencias tecnológicas, como inteligencia artificial, big data y ciberseguridad, se combinará con la necesidad de habilidades humanas esenciales como resiliencia, flexibilidad, pensamiento creativo y liderazgo.

Los empleos de mayor crecimiento se proyectan en sectores esenciales como atención sanitaria, educación y energía renovable, mientras que otros roles, como los de diseño gráfico y asistentes administrativos, enfrentarán una rápida disminución. Según el informe, el 63% de los empleadores identifica la brecha de habilidades como un desafío clave, y se estima que 59 de cada 100 trabajadores necesitarán cualificarse de nuevo para mantenerse competitivos.

Los trabajadores del futuro deberán ser adaptables y combinar habilidades técnicas y humanas para enfrentar un mercado laboral en constante cambio. Las empresas y gobiernos tienen el reto de invertir en programas de mejora y reciclaje profesional, promover estrategias laborales inclusivas y garantizar una transición equitativa que minimice el impacto del desplazamiento laboral, transformando los riesgos en oportunidades.

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